viernes, 25 de febrero de 2011

¿Por qué no debemos afanarnos?

"Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá." Salmos 39:6

Los afanes aparecen sólo en ciertos momentos o situaciones en la vida aunque en muchas personas son constantes y no tienen fundamentos.  

En muchas ocasiones el dinero es causa de afán y preocupaciones, tal como lo describe el pasaje de arriba. Sin embargo ¿estará bien que nos afanemos?

"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?" Mateo 6:25

Jesús, expresamente nos manda a no afanarnos por las cosas básicas de la vida.  Por el contrario nos insta a ocuparnos del reino de Dios y nos asegura que todo lo que necesitemos para subsistir nos lo dará.

Aquí una grave consecuencia de nuestro afán:

"El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa." Mateo 13:22

Nuestro afán ahoga la palabra, ahoga la predicación del evangelio.

Hermanos afanados se traduce en una escasa predicación del evangelio y en detrimento de nuestras vidas espirituales. Cercena nuestro anhelo de tener una Fe en constante crecimiento.

Cuando se nos presente la tentación de afanarnos, echemos nuestra ansiedad sobre Dios, porque él tiene cuidado de nosotros (1 Pedro 5:7)

Se requiere Fe para creer que Dios siempre proveerá, nos protegerá y nos premiará. 

Fe mueve la mano de Dios.



lunes, 21 de febrero de 2011

Gran hambre en Samaria

“Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.” 2 Reyes 6:25

Cuán hambruna había en la ciudad de Samaria. El pasaje relata que tal era el hambre que una mujer cocinó a su propio hijo.  La situación que se estaba viviendo era de terror.

Un hombre exclamó: “Ciertamente este mal de Jehová viene. ¿Para qué he de esperar más a Jehová?” 2 Reyes 6:33

Sin embargo un hombre de fe, llamado Eliseo dijo en ese mismo momento:

“Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria.” 2 Reyes 7:1

¿Cómo de la noche a la mañana se puede pasar de escasez terrorífica a plenitud y abundancia?

Sólo gracias al poder de Dios. Les invito a leer la historia completa (2 Reyes 6:24-7:20) y que se den cuenta cómo Dios obró de manera milagrosa por su pueblo.

Hoy puedes estar viviendo una situación de terror, pero si tienes fe en Dios, mañana mismo estarás viviendo una vida de plenitud y abundancia.

Fe mueve la mano de Dios.

Llamar las cosas que no son como si fuesen

“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”.Proverbios 18:21
Las palabras son un asunto serio. Como creyentes, necesitamos considerar seriamente cómo usarlas. Necesitamos empezar a ponerlas a trabajar en nuestro favor como Dios lo hace. La Biblia dice que Dios usa palabras para llamar "las cosas que no son como si fuesen" (Romanos 4:17).


La mayoría de nosotros no tenemos la menor idea de cómo hacer eso. Hemos pasado nuestra vida "diciendo las cosas como son". Constantemente hemos usado nuestra boca para informar acerca del estado lamentable de la situación a nuestro alrededor. De este modo, el solo pensamiento de llamar "las cosas que no son como si fuesen" parece un poco descabellado.

Hablar por fe es simplemente decir palabras que están de acuerdo con la Palabra de Dios, no con las circunstancias a su alrededor. Es hablar con su espíritu, no con su mente.

Como el apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 4:13: "Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos". Eso es importante. Lea ese versículo de nuevo. "Creí, por lo cual hablé".

Hay personas que hablan las palabras, pero no tienen la fe para respaldarlas, y como resultado, fracasan en sus vidas espirituales. No llamaron "las cosas que no son como si fuesen" sino que las llamaron de la manera que querían que fuesen.

Estos son dos aspectos muy diferentes. Las palabras pueden ser las mismas. Pero sólo desear y esperar no cumplirá la tarea, hay que "creer". Empiece hoy a poner tanto su boca como su corazón en armonía con la Palabra. Deje de "decir las cosas como son" y empiece a hablar y a creer las promesas de Dios. Ponga el poder de las palabras a trabajar en su favor.

Autor: L. J. Guerrero
Enviado por: Ernesto Romero

miércoles, 16 de febrero de 2011

Si tan solo te tocare...

20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Mateo 9:20-22

Una mujer con una enfermedad de años decidió creer en el poder de Jesús. Ella estaba segura que con solo tocar la ropa de Jesús ella iba a sanarse de su enfermedad. Fue hasta la presencia de Jesús y lo tocó. En ese mismo instante fue sanada.

Tengamos fe en nuestro Dios cuando clamemos a él. Él nos dirá: "Tu fe te ha salvado".

Fe mueve la mano de Dios hermanos.

¿Nos ayuda este pasaje a aumentar nuestra fe? ¿Algún comentario de este pasaje?

Dios les bendiga

miércoles, 9 de febrero de 2011

La Fe de un gentil

"Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,  y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré." Mateo 8:5-7

Este pasaje muestra la petición a Jesús de un hombre con una preocupación familiar. Jesús muestra su compasión y decide ir a casa de este hombre. El centurión no era cualquier hombre, él tenía una profunda simpatía por el pueblo de Dios y además era una persona humilde de espíritu como lo vemos en el pasaje paralelo de Lucas 7:3-8.

"Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas esto; porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga. Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo; por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero dí la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. "

Mateo narra lo que dijo e hizo Jesús al ver la humildad y la fe de este hombre:

"Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. " Mateo 8:10

"Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora." Mateo 8:13

Jesús cambió sus planes, la fe de este hombre hizo que Jesús actuara inmediatamente!

Si tenemos fe, humildad y amor por el pueblo de Dios, como este centurión, podemos estar seguros que Dios se agradará de nosotros y hasta podrá cambiar alguno de sus planes.

Nuestra fe mueve la mano de Dios.

Los dejo con este otro versículo del pasaje, que me llama poderosamente la atención:

 "Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos" Mateo 8:11

Dios aumente nuestra fe.

viernes, 4 de febrero de 2011

Bienvenidos al foro Aumenta tu Fe.

En Hebreos 11:1, la Biblia nos muestra una definición de Fe: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."

Quiero resaltar dos palabras claves en este versículo: Certeza y Convicción. El diccionario las define de la siguiente manera.

Certeza: Conocimiento seguro y evidente de que algo es cierto
Convicción: Seguridad que tiene una persona de la verdad de lo que piensa o siente

Me encanta cuando dice: "... la convicción de lo que no se ve".

En esto se goza el Señor, en que sus hijos, aunque no lo veamos, estamos 100% seguros que El está aquí con nosotros para cuidarnos, para guiarnos y para proveer todo lo que necesitemos. Estamos seguros en que El escucha y responde cada una de nuestras oraciones.

Estemos seguros pues que nuestro Dios tiene el poder para hacer realidad todo aquello que para el hombre parece imposible.

Por la fe, alcanzaron buen testimonio nuestros hermanos de la antigüedad (He 11:2) y alcanzaremos buen testimonio nosotros también delante de Dios. La fe de nosotros es agradable delante de Dios. "Pero sin fe es imposible agradar a Dios..." (He 11:6).

Bienvenidos al foro Aumenta tu Fe, de la Iglesia de Cristo en Ciudad Guayana.

Esperamos leer sus comentarios, testimonios y versículos favoritos que nos animen a todos a aumentar nuestra fe.

El Señor les bendiga.